Al contrario que el principesco batik, que nació en palacios, el shibori apareció y evolucionó como un medio para lograr que la ropa vieja pareciera nueva en el Japón de hace 1.300 años. En esa época, el algodón y la seda no estaban al alcance de todos. Las clases humildes llevaban ropa hecha con tejidos baratos de cáñamo y no podían permitirse hacerse ropa nueva a menudo.
Con el paso del tiempo, esta técnica para pobres evolucionó y florecieron muchas ramas diferentes de shibori, incluso empezó a utilizarse como método para decorar la seda de los kimonos imperiales. Las telas shibori más antiguas se han encontrado en yacimientos del siglo VIII en Japón, pero la técnica ya era usada antes en China y en India.
Via: House Beautiful
Shibori significa torcer, apretar, presionar. Es una forma de teñido por reserva, pero en este caso no se basa en una sustancia, sino en la mecánica. La clave es doblar (como un origami), fruncir, coser o atar la tela antes de teñirla, para así reservar (proteger) del índigo ciertas partes de ella. Una vez teñida, veremos un patrón de partes azules y blancas, con sus característicos diseños de contornos suaves y textura arrugada, ya que el tinte no habrá penetrado en las zonas “reservadas”.
Via: wallpaperdirect.com
Kanoko, Miura, Kumo, Nui, Arashi, Itajime… Hay muchas técnicas de shibori con las que se obtienen patrones y resultados muy distintos. ¿Te gustaría conocerlas y probar tú mismo esta técnica centenaria? Como la decoración con telas étnicas es algo muy “cool” en Europa y EEUU, incluso entre celebridades, están proliferando los talleres y cursos de shibori, seguro que encuentras alguno en tu comunidad. Pero recuerda: según los maestros Shibori, necesitarás cinco años para convertirte en un artesano aceptable, conocedor de todos los procesos de teñido y con sabiduría suficiente para decidir qué técnica es la mejor para cada tela…
Vía: apartmenttherapy.com
¿Qué opinas de esta técnica? ¿Te apetece probar la decoración con telas étnicas?
