¿Existe una decoración perfecta para vacaciones? Pues parece que sí: En el corazón del Ampurdán, esta casa se nos antoja el mejor lugar para pasar unas días de descanso en familia. Sus dueños (un matrimonio con tres hijas) encargaron a la interiorista Bárbara Aurell que le diera encanto a esta casa independiente con una condición: nada de obras.
La decoradora y su estudio, Espacio en blanco, se pusieron manos a la (no) obra y consiguieron una casa contemporánea que resulta a la vez muy cálida, gracias a la utilización de elementos tradicionales como madera, lino o esparto, junto a complementos procedentes de la artesanía local.
El sofá es el protagonista absoluto de la zona de estar. Es el modelo Brigitte de Blasco en versión XXL. Su funda de lino en un gris claro refresca el ambiente y los cojines, confeccionados con telas de lenguas mallorquinas, introducen un toque artesanal.
El estar del salón cuenta con una chimenea de hierro forjado. Junto a ella destaca la chaise longue. La decoradora la encargó a Blasco a juego con el sofá y tapizada con telas típicas de Mallorca.
Cocina y zona de estar comparten espacio. La trasera del sofá, confeccionada con un lino de Serendipity Fabrics, hace de separación. La mesa de la cocina tiene ruedas para desplazarse cuando se desee hasta el porche.
El porche se abre a la zona de estar interior y a la cocina. Elementos contemporáneos como el sofá de exterior se combinan con otros tradicionales como la estera de esparto o las sillas de fibra del comedor.
La madera tiene una gran presencia en toda la casa, también en este porche, con un sofá realizado a medida en este material. Una constante en toda la casa son las telas de lenguas utilizadas en los cojines. También elementos de esparto, como estos cactus decorativos.