Elegir y decorar con colores parece una cuestión únicamente de gustos. Pero muchos estudios rigurosos han confirmado que los colores nos influyen física y psicológicamente.

Después de ver el efecto que podemos causar al decorar con colores primarios como son el rojo, azul y amarillo en este post, aquí vamos a a ver el efecto de los colores secundarios en nuestro ánimo según dónde y cómo los utilicemos.

Esta casa tan colorista está en el lluvioso Dublín. Via: The Times

Morado = Lujo

Dramático y rico, este es el color que siempre se ha asociado con la realeza y el lujo. Combina muy bien con otros colores, y dependiendo de la intensidad de color resultará más frío o más cálido.

En sus tonos más oscuros favorece la creatividad, y da a la decoración un toque misterioso y sofisticado. La pega es que puede hacer que la habitación parezca más pequeña. Para los dormitorios, mejor elegir los tonos más claros como el lila o el lavanda, más serenos y luminosos. Resultarán tan relajantes como el azul, pero sin el riesgo de frialdad de éste.

El morado de estos sillones de Blasco aporta sofisticación a este salón. Via: Nuevo Estilo

Verde = Relajación

Con sus muchos matices y distintos efectos en decoración, se considera que el verde es el color más relajante para los ojos. Formado por la suma de azul y amarillo, combina el poder refrescante del primero con la calidez del segundo. Al decorar con colores, utiliza el verde como color principal si buscas un efecto calmante. Se ha comprobado que este color favorece la relajación, previene la depresión y alivia el estrés.

El verde combina bien con todos los colores, incluso con el azul, y está recomendado para cualquier zona de la casa. En el salón tiene efecto relajante pero también favorece la convivencia y la vida familiar. En la cocina y el cuarto de baño aporta frescura. Y en los dormitorios genera serenidad y sentimiento de protección.

El verde pone la nota de frescor y bienestar en este rincón que no recibe demasiada luz natural.

Naranja = Entusiasmo

Este es el color del entusiasmo. Aumenta la productividad, aporta confianza, favorece la positividad… Si quieres decorar con colores naranjas, úsalos en zonas de actividad (cuartos de jugar, cocinas, despachos, gimnasios…) y evítalo en zonas destinadas a relajarnos (salones o dormitorios). Ten presente que este color puede hacer que una habitación parezca más pequeña y que necesita mucha luz.

El naranja es un color que se asocia con el apetito y la buena digestión, por lo que es perfecto para comedores y offices. Quizás merece la pena probarlo si los niños de la casa comen mal…

El naranja es el color perfecto para el comedor porque estimula el apetito (salvo que estés a dieta…). Via: Pinterest

Rosa = Positividad

Resultado de mezclar rojo y blanco, el rosa tiene el efecto contrario que su color primario. Muchos estudios han comprobado el «Efecto rosa»: el uso de este color calma los nervios, ayuda a eliminar los sentimientos negativos y a superar la tristeza.

El rosa puede utilizarse en toda la casa, desde el rosa palo hasta los tonos más oscuros como el coral o el frambuesa, muy apropiados para salones y dormitorios. Para aligerar su efecto tan femenino, puede combinarse con gris, negro y marrón.

Los tonos más claros de rosa, tan habituales en los cuartos de niña tradicionales, transmiten felicidad, amabilidad y ganas de jugar.

El rosa de estas butacas de Blasco es el color del optimismo y ha demostrado que reduce la agresividad. Via: Nuevo Estilo