Si el shabby chic te resulta un poco destartalado y el estilo escandinavo, un tanto cargante… seguramente encontrarás en el moderno estilo belga de decoración ese “charme” que buscas para tu casa.
En realidad, aunque la mayoría de veces se habla de él como “belga”, este estilo es propio de todo Flandes, una región histórica de Europa que se extiende entre Francia, Bélgica y Holanda.
Los flamencos decoran sus casas sin complicaciones, con un estilo confortable y a la vez muy elegante. La clave de su éxito, que ha traspasado fronteras, está en mezclar instintivamente lo tradicional y lo contemporáneo, lo rústico y lo sofisticado.
Via: Alexandra Siebelink
Si quieres llevarlo a tu casa, puedes apuntar algunas claves del estilo belga de decoración:
Equilibrio: Fíjate en las fotos y verás que todos los espacios comparten una mezcla de acabados desgastados y pulidos, de luz con elementos oscuros, de antigüedades con piezas contemporáneas, de paredes ásperas con tejidos suaves…
¡Todo al neutro! Elige colores suaves como el beige, el topo y toda la paleta de grises en paredes, telas, complementos… Para que se vea acogedor y no triste, debes jugar hábilmente con los puntos de luz.
Repudia los colores más vivos y brillantes, pero no te preocupes porque manteniendo esta paleta neutra, podrás incorporar después toques de contraste con estampados, cuadros…
Con una paleta tan limitada, el interés y la profundidad se crea con texturas en telas, paredes, muebles… La textura está en las fibras naturales como el lino, el mimbre o el sisal, en las maderas desgastadas, en los elementos de metal bruñido… Los elementos con pátina son un plus, como un poco de pintura saltada o un toque de óxido.
Mezcla viejo y nuevo. Por ejemplo, deja a la vista elementos nuevos como unos conductos de acero inoxidable junto a una sillería antigua o una mesa de comedor de herencia.
¿Quieres saber más? No te pierdas el segundo post que dedicamos al este estilo de decoración tan influyente.
Decoración: Vincent Van Duysen
Via: H2 Design + Build