¿Lo compro o no lo compro? Razones prácticas para decidirse por un sofá cama y claves para acertar con el modelo.

Un sofá cama puede ser tan cómodo como un sofá normal. Pasaron a la historia (y hace mucho) los sofás cama en los que sentarse era una tortura.

También puede gustarte tanto como un sofá sin cama. También quedaron atrás esos sofás-cama-armatoste que pesaban una tonelada. Clásicos o modernos, hoy encuentras sofás cama tan bonitos como cualquier sofá. En el mercado los tienes en distintas medidas y fondos, y en todos los estilos, desde un Chester hasta una rinconera de diseño contemporáneo. Dedica tiempo y recuerda que, además de estilo, hay que invertir en calidad.

sofá camaMimouca Barcelona eligió un sofá cama de Blasco para este cuarto de estar, lo que dobla su función.

Y hoy te parecerán tan cómodos como una verdadera cama. Todos recordamos alguna noche de pesadilla en un sofá de amigos… Barras que se clavan, pies que se salen pero, nuevamente, eso ya es historia. Hoy tenemos modelos desplegables equipados con colchones de muelles o viscoelásticos, o con sistemas que incluyen colchones convencionales. ¿La clave para acertar? Probar su comodidad tanto como sofá como cama.

Hay muchas opciones en cuanto al sistema de cama. Desde los tradicionales colchones plegables, a colchones extraíbles, sofás de respaldo que se pliega hacia atrás para tener una cama doble, sofá con colchón en el propio asiento, incluso con cama nido debajo o con litera.

Aparentemente, es un sofá normal, pero el sofá cama Beta de Blasco equipa dos camas individuales. La funda de la colchoneta tiene aspecto de almohadón, pero para facilitar su uso a diario se retira fácilmente.

Los sofás cama son verdaderos ahorradores de espacio. La mejor solución para familias con niños aficionados a los «sleelpovers», estudios pequeños que no disponen de dormitorio separado, casas de vacaciones donde se reciben invitados a menudo…

Permiten «ganar» un dormitorio de invitados. Incluso teniendo espacio en casa, un sofá cama es perfecto en un cuarto de estar, cuarto de juegos o despacho, ya que de esta manera pueden utilizarse también como cuarto de invitados llegado el momento.

Y nunca está de más una cama extra. Aparte de cuestiones de espacio, esta cama de más puede salvarnos la vida cuando el compañero de cama ronca, uno de los dos tiene tos o cuando llega un bebé a la familia y se imponen los turnos para dormir. Mucho mejor que dormir en la bañera…